La fábrica de ladrillo se emplea de forma habitual como cerramiento de ladrillo en la estructura de hormigón o acero.
Se diferenciarán las lesiones originadas en el proceso de construcción y primera etapa de la vida del edificio, de aquellas que se producen a lo largo del tiempo, ya que las primeras suelen revestir menos gravedad y son de tratamiento más fácil que la segunda.
Retracciones que se producen en el ladrillo silico-calcáreo y en bloques de hormigón
Tanto el ladrillo de sílice como el hormigón fresco sufren una retracción en el fraguado y endurecido, que se acusa en los elementos construidos en ellos en el período inicial de vida del edificio.
Aparecen fisuras que en parte son inevitables y son consecuencia de las fuerzas internas que se generan durante el proceso de secado del agua de obra.
Generalmente esta fisuración es superficial, tiene fácil reparación y a la larga no origina defectos graves.
Como acción complementaria, el CO2 del aire produce una carbonatación de los productos porosos del cemento Portland, originando una contracción que se muestra en fisuras cuya magnitud varía por la acción del antedicho proceso de secado.
En su forma de manifestarse aparecen grietas en las franjas verticales entre ventanas en paños de ladrillo o bloques de hormigón y pueden ser verticales rompiendo los ladrillos alternos, verticales siguiendo las juntas en forma dentado, o diagonales escalonadas.
Además de la contracción individual de cada ladrillo o bloque, en los que la magnitud del fenómeno es mayor con materiales nuevos, contribuye a la fisuración y a la forma de ésta el tipo de mortero empleado.
- Con mortero pobre la contracción individual no se transmite y aparecen finas grietas alrededor de cada ladrillo.
- Si el mortero es rico se producirá una grieta vertical contorneando las piezas.
- Si el mortero es muy rico, como la contracción no será individual ni independiente, se romperán piezas para formar una línea vertical.
Las grietas se producirán pocas semanas después de la construcción y aumentan durante dos o tres años, siendo el mayor crecimiento durante el primer año.
Su anchura puede variar e incluso llegar a cerrarse, dependiendo del tiempo según sea seco, caluroso o húmedo.
Este movimiento que hace que las grietas se adapten a los cambios de tiempo se ha de prever para el material de relleno y tapado cuando se lleven a cabo los trabajos de reparación, pues ha de evitarse que las grietas puedan constituir, con el paso del tiempo, vías de penetración de humedades y hongos al interior del edificio.
En definitiva, los paños en los que aparecen estas fisuras están creando unas juntas de dilatación naturales, y las molestias que origina este problema pueden preverse de antemano haciendo juntas de dilatación adecuadas y teniendo en cuenta tanto la naturaleza del ladrillo como el tipo de mortero.
Retracción originada en elementos estructurales de hormigón
Ahora veremos las fisuras que tienen su origen en la estructura de hormigón en los casos en que la fábrica actúa como cerramiento.
El hormigón de soportes, jácenas y vigas, experimenta una retracción durante su fraguado y endurecimiento, cuyo resultado es una contracción dimensional que aumenta, en el caso de los pilares, con la entrada en carga.
Este proceso de retracciones típico de las construcciones de hormigón cuya puesta en obra se realiza en otoño, debido a la influencia estacional.
Un hormigón puesto en primavera desarrolla esfuerzos de tracción debidos a la retracción, y esfuerzos de compresión a consecuencia del calor creciente, compensándose esas fuerzas en parte.
En cambio, un hormigón puesto en otoño desarrolla los esfuerzos de tracción causados por la retracción y esfuerzos de tracción debidos al progresivo enfriamiento, sumándose ambas fuerzas.
En piezas prefabricadas el comportamiento es parecido pues, aunque hayan sido endurecidas por tratamiento al vapor, sigue habiendo retracción después del montaje.
El resultado de estos movimientos es que los paños de fábrica de ladrillo colocados entre elementos horizontales y verticales de estructura, acusan deterioros y roturas al estar sujetos a fuerzas de compresión.
El fenómeno es más evidente en sentido vertical, con pandeos del cerramiento y roturas en los bordes, aunque también se pueden producir abombados en sentido horizontal.
Una de las causas que contribuyen a estos deterioros es la colocación del cerramiento demasiado ajustado y retacado entre los elementos de hormigón, pero no es la más importante y decisiva.
Donde realmente tiene su origen es en la dilatación por efecto de la humedad de puesta en obra, si se emplea ladrillo cerámico, del propio cerramiento, y en la retracción del hormigón.
El ritmo rápido con el que actualmente se lleva a cabo la construcción de los edificios posibilitan el que antes de que la estructura haya sufrido toda su retracción y se haya asentado, estén ya los cerramientos colocados.
En este aspecto es importante el tiempo transcurrido entre la construcción de una parte de la estructura y la colocación del cerramiento, pues el peligro de daño aumenta si se rebaja este intervalo de tiempo, y es mayor si el ladrillo tiene un alto coeficiente de dilatación, irreversible por humedad.
Antonio Fernández
“EDEFER Ingeniería Constructora S.L.”
“Lesiones En Cerramiento De Ladrillo”
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