La solución aparentemente más simple para evitar la propagación de la humedad en el suelo consistiría en hacer que los materiales de cimentación (piedra u hormigón en general) contuviesen tal propagación, lo que se consigue obturando sus poros.

Es precisamente el objeto del tratamiento hidrófugo, obtenido por la adición de productos diversos al hormigón en el momento de su puesta en obra.

Estos productos se dividen en dos grupos:

  • Hidrófugos de superficie que se computan como superficies aislantes
  • Hidrófugos de masa que tienen por objetivo mejorar el conjunto del material.

Los hidrófugos de masa, muy diversos, son por lo general productos coloidales añadidos a los hormigones y morteros.

Influyen sobre la resistencia mecánica de estos materiales en un sentido generalmente desfavorable, pero tal efecto puede reducirse en la práctica adaptando las dosificaciones del hidrófugo a valores aceptables.

Los técnicos de la impermeabilización suelen ser contrarios al empleo de hidrófugos masivos y recomiendan conseguir la compacidad de morteros y hormigones por medio de una granulometría y unas proporciones adecuadas.

Desde luego no es una cosa segura que los hidrófugos aumenten siempre la impermeabilidad. En realidad pueden tener una acción no despreciable sobre la capilaridad de los hormigones, pero su adecuado empleo deberá basarse en estudios precisos y comprobados de cada producto.

Los diferentes hidrófugos que se ofrecen en el comercio pertenecen a algunos de los siguientes tipos:

  • Los cloruros alcalinos y alcalino-térreos que ante todo aceleran el fraguado. No son hidrófugos por sí mismos.
  • Los cloruros de cinc, de aluminio o de hierro y el fluoruro de cinc, que influyen demasiado gravemente en la resistencia mecánica.
  • Los carbonatos alcalinos que no dan grandes resultados.
  • El sulfato de aluminio, muy utilizado en los hidrófugos.
  • Los silicatos de sodio y de potasio, que son poco eficaces, sobre todo el primero.
  • Los fluo-silicatos de cinc, de magnesio o de calcio que son bastante interesantes como hidrófugos, excepto el último.
  • Los jabones y grasas, base de muchos productos de diversa eficacia.
  • Las emulsiones a base de brea de hulla o de petróleo de betún natural que pueden producir buenos hidrófugos de superficie.
  • Los aluminatos alcalinos dan un producto coloidal bastante eficaz y sirven de aceleradores del fraguado.

También han sido propuestos productos en polvo, tales como Kiesel-gur, Trass, polvo de piedra. Estos productos conducen a acrecentar el agua de amasado y perturban la resistencia de los hormigones y morteros.

Antonio Fernández
“EDEFER Ingeniería Constructora S.L.”
“Tratamiento Hidrófugo De La Humedad En El Suelo”

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